Guatemala, 5 de julio de 2025.- El presidente Bernardo Arévalo aseveró que la democracia guatemalteca sigue amenazada por los grupos corruptos que no cesan en su intento de retomar el poder que perdieron en el proceso electoral de 2023.

“La lucha no terminó ni tampoco tenemos una tregua. La lucha continúa”, afirmó el mandatario al referirse a un planteamiento del diplomático y escritor Josué Fiallo, sobre “la lucha nacional para recuperar la democracia en Guatemala”.

El presidente Arévalo dijo que aun cuando tomó posesión del cargo, este triunfo democrático no ha representado “una victoria definitiva o una tregua temporal”, inquietud también planteada por el autor.

Los guatemaltecos “estamos conscientes que la victoria obtenida en hacer valer la decisión popular alcanzada en las urnas, es solo un primer paso en la lucha por rescatar las instituciones del Estado, en especial, en instituciones del aparato de justicia que se encuentran capturadas por las élites corruptas” que “las han destrozado y pervertido”.

El gobernante participó en la presentación de la obra “Diplomacia de crisis: Guatemala, la OEA y la esperanza democrática en 2023”, del diplomático Josué Fiallo, quien se desempeñaba como embajador de República Dominicana ante el organismo continental

La crisis política guatemalteca desatada a raíz de las Elecciones Generales 2023 fue evaluada en el acto celebrado en una velada el sábado en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guatemala Filgua 2025.

“Los 18 meses de mi gobierno han sido el escenario de intentos judiciales para crear condiciones que lleven a cabo ese “golpe de Estado en cámara lenta”, como lo llamaba Luis Almagro, entonces titular de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Los hechos quedaron reflejados “en los informes del Sistema Interamericano y que se llevan a cabo mediante la criminalización en contra de operadores de justicia, de líderes sociales, miembros de mi administración, periodistas, activistas de Semilla y defensores de derechos humanos”, expuso.

El presidente Arévalo dijo que “producto de estas persecuciones judiciales espurias, Guatemala tiene nuevamente un exilio de operadores de justicia, periodistas, activistas enjuiciados” por defender los derechos humanos y la democracia.

“La impunidad en la que actúan quienes todavía se encuentran en el ejercicio del poder en esos espacios cooptados de la institucionalidad de nuestra República, les permite generar un clima de zozobra”, denunció.

Recalcó, sin embargo, que “el tiempo se les está acabando” a estos grupos corruptos. “Su fracaso en lograr que algunas de estas acciones espurias puedan generar una crisis política que conduzca a la caída del gobierno, evidencia sus limitaciones”.

“Hemos visto como los intentos por perpetuar la cooptación corrupta de las instituciones van perdiendo fuerza” y, sin duda, “cada vez más son una fuerza aislada y rechazada y tienen menos de un año para seguir operando con la impunidad que da el control del Ministerio Público (MP)”.

El presidente Arévalo consideró que en esa situación “son más peligrosos” estos grupos, pero resaltó que en mayo del próximo año designará al nuevo titular del MP y la Fiscalía General, quien asumirá el reto de “reconstruir una institución arrasada por la corrupción”.

“La permanencia de la democracia dependerá de una ciudadanía movilizada y unificada, decidida a defender sus derechos fundamentales”, en tanto que, en el gobierno “seguiremos adelante trabajando bajo la claridad de que no hay democracia sin justicia social, ni justicia social sin democracia”, indicó.

“La democracia no se mendiga, se defiende”

A su vez, el embajador Fiallo afirmó que su libro representaba “un gesto de dignidad hacia quienes defendieron la democracia cuando todo parecía en su contra”.

La obra “Diplomacia de crisis: Guatemala, la OEA y la esperanza democrática en 2023” no es un libro de ficción, tampoco es una tesis académica”, enfatizó.

Subrayó que el libro “es, ante todo, una crónica personal, un testimonio histórico escrito desde la convicción de que las experiencias deben de preservarse para el aprendizaje colectivo”.

Expresó su “respeto y admiración hacia los pueblos originarios de Guatemala” por la defensa de la democracia que hicieron “en aquellos meses que fueron tan decisivos”.

“Cuando Guatemala vivió ese momento de asedio, supimos que debíamos estar con ustedes, porque el multilateralismo no es una abstracción. Es el escudo que tenemos los países pequeños frente a la arbitrariedad, el abuso y la opresión”, puntualizó.

Sostuvo que “frente a una maquinaria de desinformación transnacional se impuso la verdad sostenida por los hechos, por los observadores internacionales, por los comunicados valientes de muchos de nuestros gobiernos”, emitidos a raíz de las sesiones de la OEA.

“La protesta pacífica, la movilización en todos los departamentos de Guatemala, las vigilias frente al Ministerio Público, todo hablaba de una convicción profunda: que la democracia no se mendiga, se defiende”.

Por eso, la toma de posesión del presidente de la República “no solo fue una transmisión de mando, sino una victoria ciudadana”, reiteró el exembajador ante la OEA en la presentación del texto en la Filgua, que celebra su edición número 22 en una gran exposición en un recinto de la capital.