Guatemala, 20 de noviembre de 2024.- El presidente Bernardo Arévalo reiteró hoy que la democracia no se ha consolidado pese a esfuerzos de sectores políticos y sociales y enfrenta riesgos en Guatemala y diversas regiones del mundo, en detrimento de la población.
El mandatario encabezó un conversatorio sobre la obra Despacho presidencial: obra póstuma, editado en 1998, un libro que plasma el pensamiento político del presidente Juan José Arévalo Bermejo y su visión de la Revolución de Octubre de 1944.
La obra póstuma “no podía quedarse sin ver la luz pública, porque es parte de nuestra historia patria. Es el relato de los seis años del Primer Gobierno de la Revolución, de la propia pluma de su principal líder”, estableció en su momento el editor del libro.
En la charla sobre la vida y obra del primer presidente de la llamada Primavera Democrática, quien gobernó de 1945 a 1951, participaron los expresidentes Marco Vinicio Cerezo Arévalo y Alejandro Maldonado Aguirre.
En su intervención, el presidente Arévalo afirmó que pese a los años transcurridos desde la etapa histórica que se plantea en el texto, sobresalen tres temas que continúan vigentes por su relevancia en el progreso del país y bienestar de la población, anhelados desde entonces.
En primer lugar, se refirió al “compromiso con la democracia”. En este tema “tenemos que reconocer que no está ganada, no la podemos dar por sentada, ni en Guatemala, ni alrededor del mundo”.
La democracia, como también se plantea en el libro sobre la situación política de Guatemala en la época revolucionaria hace 80 años, enfrenta serias amenazas. Es un reto que se debe superar por el bien de la población y del desarrollo del país, indicó.
Dijo que el riesgo es que la caída de la democracia y la consiguiente irrupción de regímenes autoritarios implica la pérdida de valores y derechos fundamentales para la población, como la libertad de expresión, la libertad en general de las personas y la libertad de creencias espirituales o religiosas.
“En el libro se expone esa lucha de la ruptura con el pasado, cuando no se había tenido democracia”, y de alguna manera “es lo mismo que estamos enfrentando ahora”, cuando buscamos un alejamiento de regímenes autoritarios y corruptos.
El segundo tema es el “compromiso con la ética”, que, en la actualidad, y al igual que hace 80 años, se plantea “como fundamento de la función pública” cuando se exige servidores públicos comprometidos con el bienestar de la población y no que busquen enriquecerse con el cargo.
“Nosotros, el gobierno que encabezamos, hemos llegada a la presidencia precisamente porque planteamos que los guatemaltecos ya no podíamos seguir en ese marco del ejercicio corrupto del poder”, recalcó.
Ciudadanos con crecimiento intelectual y no serviles
El tercer compromiso se refiere a la educación, que se debe impartir para el crecimiento académico e intelectual de la población, que a su vez impulsará el desarrollo de la nación, aseveró el presidente Arévalo.
Consideró que este “es un compromiso de una sociedad, que se debe exigir”, y recordó que, el modelo de educación asumido por el gobierno de Arévalo Bermejo, se enfocó en aplicar un proceso formativo, en el que se asumiera el reto de las transformaciones, y dejar de lado para siempre el propósito de formar alumnos, “niños serviles”
Al conversatorio llevado a cabo en el Palacio Nacional de la Cultura asistieron dirigentes políticos, funcionarios, legisladores, diplomáticos, académicos y público en general.