Nebaj, Quiché, 20 de febrero de 2025.- El presidente Bernardo Arévalo resaltó hoy en la aldea Acul las acciones que impulsa el gobierno para atender añejas reivindicaciones sociales y demandas de desarrollo de los pueblos indígenas.
En un acto especial, en el que participaron autoridades locales y de la Alcaldía Comunitaria de la aldea Acul, el mandatario entregó la documentación que acredita la restitución del título de tierras comunales al ejido municipal de Nebaj, departamento de Quiché.
“Las tierras comunales de Acul vuelven a sus manos gracias al largo y valiente recorrido de su lucha ante las cortes y las instituciones, por el reconocimiento de su derecho a la propiedad comunal indígena”.
Como parte de la agenda de trabajo conjunto firmada entre el gobierno y las autoridades del pueblo ixil de Nebaj, Chajul y Cotzal, se pudo llegar “al último paso de coordinación con el Registro de la Propiedad para que no quepa ninguna duda”.
En un mensaje ante la población de Nebaj, recalcó que “las tierras son de la comunidad de Acul” y reconoció el trabajo conjunto llevado a cabo por los líderes comunitarios y la oficina de la Secretaría Privada de la Presidencia para alcanzar este fin.
El presidente Arévalo ratificó el objetivo del gobierno de trabajar de manera conjunta con las comunidades indígenas y se refirió a la acción que beneficia “al pueblo ixil de Acul”, en Nebaj, Quiché.
Este acuerdo “es un motivo de alegría y también una gran esperanza porque este es el ejemplo de que las luchas reivindicativas por los derechos de los pueblos indígenas sí pueden tener resultados positivos”.
Conflicto y represión por tierras comunales
Recordó que, como se sabe, las tierras comunales de Acul, “fueron expropiadas durante el conflicto armado en el año de 1983, cuando se vivió uno de los episodios más dolorosos de nuestra historia”.
“En este lugar se expropió una parte de la tierra comunal para formar la primera aldea modelo de los mal llamados “polos de desarrollo. Tal como muchos de ustedes lo atestiguaron”, indicó.
Como ha sido documentado, “en este territorio se cometieron entonces graves crímenes contra la humanidad, graves crímenes contra el pueblo ixil”, en una “época marcada por el dolor del despojo, de la represión y de la violencia hacia el pueblo ixil”.
Por eso, “lo que sucede hoy es muy importante porque este caso, esta restitución total y completa de las tierras de la comunidad del pueblo ixil de Acul, nos muestra la posibilidad que tenemos de transformar la realidad y nos inspira a seguir caminando, a seguir haciendo esfuerzos en esa dirección”.
El presidente Arévalo dijo que el caso “nos recuerda el reto que tenemos desde las instituciones del Estado para cumplir nuestros compromisos frente a los derechos de los pueblos indígenas de Guatemala”
“Estoy aquí para unirme a este acto, junto a la recuperación de la tierra comunal, honra la memoria de los ancestros, honra la vida de aquellos que vivieron antes de nosotros”.
Además, los honra a ustedes -dijo al dirigirse a los habitantes de la aldea- que viven hoy en este territorio recuperado gracias a su determinación, gracias a su convicción, gracias a su perseverancia”.
Enfatizó “que todos los pueblos tenemos el derecho a vivir libres de violencia y la obligación de no repetir los actos de dolor que tanto hemos sufrido en el pasado”
“Todos los pueblos, los cuatro pueblos de Guatemala, tenemos derecho a vivir y a convivir en paz y tenemos derecho a escribir una historia distinta para estos tiempos nuestros”, dijo.
“Que el corazón del pueblo ixil siga resonando desde el eco de la historia como lo ha hecho desde hace más de tres mil años”, reiteró al resaltar el ejemplo de humanidad” de estas comunidades.