Guatemala, 6 de agosto de 2024.- El presidente Bernardo Arévalo instó hoy a los jóvenes a asumir su papel de liderazgo que impulse la integración, la prosperidad y la paz de Centroamérica y rechace los regímenes corruptos y autoritarios.

“Esta región necesita esos liderazgos porque además de una visión integracionista, nuestros países comparten una visión de paz y desarrollo, que no es compatible con los autoritarismos y la violencia”, afirmó.

Hoy quiero dirigirme a los líderes y lideresas de la sociedad civil, a los liderazgos comunitarios, a los líderes económicos y, de manera especial, a los liderazgos juveniles, indicó al participar en la sesión inaugural de un foro centroamericano de análisis político.

En su intervención en el Tercer Encuentro Centroamericano de Líderes Emergentes, convocado con el lema “Repensar el futuro de la región”, expuso que los jóvenes -la “rebelde juventud”- representan el motor de cambio y de transformación.

En el foro, al que asisten académicos, politólogos, funcionarios y autoridades del sistema de la integración política regional, estimó que, “como liderazgos inquietos, democráticos”, los jóvenes están listos para combatir “las injusticias y desmanes de los corruptos”.

“Mi padre solía decir que la juventud era esa época en donde todos estábamos llamados a librar una lucha cívica”, cuyo objetivo era propiciar una nación “gobernada democráticamente” para beneficio de toda la población, destacó el presidente Arévalo.

Recalcó que “nuestros pueblos comparten esas visiones que no son compatibles con el autoritarismo”, que amenaza a muchos países latinoamericanos y que no beneficia a la ciudadanía.

“Con liderazgos democráticos como los que ustedes representan y con visión de futuro, sin embargo, Centroamérica va a lograr superar este momento complejo”, y “va a seguir adelante en la senda” de los anhelos de paz, de democracia, de justicia y de fraternidad, dijo.

Solidaridad con refugiados mexicanos

En otra parte de su intervención, compartió una reflexión “sobre algo muy profundo que mueve nuestros anhelos de construir futuros como sociedades”.

Planteó que hace unos días empezamos a recibir en el departamento de Huehuetenango “a cientos de familias mexicanas que cruzaron la frontera y decidieron instalarse temporalmente en suelo guatemalteco, buscando refugio”.

“Muchas de estas personas fueron recibidas por la propia comunidad de Cuilco, una población, una aldea de Cuilco en la zona fronteriza, que vive en condiciones de precariedad y de pobreza y que, sin embargo, supo acoger de manera fraterna y solidaria a toda esta población, que lo que estaba buscando era un refugio”.

Aseveró que “son precisamente estos gestos de fraternidad los que, particularmente, nos permiten ver los ojos del rostro humano y ver en ellos la capacidad de colaboración que como pueblos tenemos como forma inherente, como material fundamental, con el cual tenemos que construir nuestro futuro”.

Destacó que “la historia de la región centroamericana ha sido construida con estos gestos, con estos símbolos de unidad y cooperación que van más allá de lo que han hecho los gobiernos y que son, fundamentalmente, hechos que se dan entre los pueblos”, como “símbolos de unidad y cooperación”.

“En el fondo, nuestros pueblos han forjado su identidad, creciendo en colaboración en esa vocación integracionista que nos traza la ruta para alcanzar objetivos de paz, de democracia, de desarrollo sostenible y de integración económica”.

Sin embargo -advirtió- “no podemos ignorar que en la actualidad la integración centroamericana enfrenta desafíos significativos: la desigualdad económica, la violencia, la corrupción y las regresiones autoritarias ocupan y opacan nuestra marcha hacia el futuro”.

“Los líderes de hoy debemos abordar estos problemas, mientras trabajamos en fortalecer la cooperación regional”, enfatizó el presidente Arévalo