Guatemala, 1 de mayo de 2024.- El presidente Bernardo Arévalo refrendó hoy el compromiso del gobierno por la defensa de los derechos de los trabajadores y los instó a unirse para contribuir al bienestar de los guatemaltecos y en el desarrollo del país.
En un mensaje ante miles de compatriotas que salieron a las calles de la capital para conmemorar el Día del Trabajo, renovó “los compromisos con los valores fundamentales de la democracia y la justicia social” y afirmó que unidos todos los guatemaltecos se facilitará su implementación.
El Código de Trabajo “no sólo es un logro histórico” de los trabajadores organizados de otras generaciones, sino que “es un texto que mantiene vigencia en el siglo XXI como afirmación de valores fundamentales para la convivencia armónica en sociedad”, dijo ante los contingentes de trabajadores reunidos en la Plaza de la Constitución.
“Hace casi 80 años los trabajadores de Guatemala encontraron en un grupo de jóvenes revolucionarios, idealistas e inexpertos, un aliado fiel para empujar, con la fuerza de la legitimidad democrática, con la certeza que dan la Constitución y el Estado de derecho, la demanda de igualdad, de dignidad, de oportunidades para vivir dignamente y en libertad”.
Indicó que los derechos laborales plasmados en el Código de Trabajo “se reúnen en un principio fundamental: no hay democracia sin justicia social, y no hay justicia social sin democracia”.
El presidente Arévalo dijo que en 1947 “la clase trabajadora y un nuevo gobierno democrático supieron derribar, juntos, los obstáculos que impedían el avance de la historia y permitieron que nuestro país comenzara a avanzar en la senda de la modernidad”.
“Hoy, nos corresponde a nosotros y a ustedes retomar ese legado y continuar avanzando en el contexto de un mundo diferente, en la construcción de ese mundo de justicia, de armonía y de dignidad que supieron ver nuestros padres y nuestros abuelos”.
Al referirse a los cien días desde que asumió, el presidente Arévalo señaló que ese tiempo de gestión de su gobierno ha sido complicado, pero también de mucho aprendizaje.
“Asumimos el gobierno en medio de un deterioro institucional sin precedentes y encontramos un desastre de corrupción e impunidad. Encontramos un Estado en ruinas. Un conjunto de instituciones incapaces de garantizar a los ciudadanos los derechos más elementales”.
Enfrentar mezquindad de élite político-criminal corrupta
Enfatizó que, así como aquellos jóvenes progresistas de 1944 y 1947, en nuestros días “nos seguimos enfrentado a la mezquindad de quienes quieren que todo permanezca igual, de quienes se enriquecen a costa del pueblo” y que no quieren perder sus privilegios.
Enfrentamos “esa élite político-criminal corrupta que ha cooptado las distintas instituciones del Estado y que se resiste a abandonarlas a pesar del veredicto del pueblo en las urnas” el año pasado.
El presidente Arévalo, acompañado de la ministra de Trabajo, Miriam Roquel, sostuvo que su gobierno se siente respaldado en este reto “por el pueblo de Guatemala”.
“Ustedes, trabajadoras y trabajadores, son protagonistas de la construcción de ese nuevo mundo de dignidad, de democracia y de justicia que estamos creando. Y juntos, avanzaremos en la construcción de esa realidad, paso a paso”, recalcó.
Entre las iniciativas para avanzar en ese sentido, mencionó el proyecto de Ley de Competencia, que limitará “los abusos de algunas empresas que encarecen la vida” y obstaculizan las oportunidades de trabajo, así como otras leyes que modernicen el marco regulatorio de nuestra economía “para facilitar y fomentar nuevas fuentes de trabajo digno” y bien remunerado.
Además de acciones para “promover el empoderamiento económico de las mujeres y el apoyo a las madres trabajadoras”, y para avanzar en la erradicación de la corrupción en los servicios de salud, a fin de los guatemaltecos “tengan acceso a la medicina y el tratamiento”.
Consideró relevante retomar “la visión de bienestar social” y expandir los servicios de seguridad social “a millones de trabajadores que hoy laboran en la informalidad, pero que desean participar y contribuir con el más grande instrumento de solidaridad social que nuestra sociedad ha construido: el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS)”.
Reiteró que “donde no hay democracia, donde la justicia está capturada (por los corruptos), no puede haber derechos laborales, y donde no hay derechos laborales, no puede haber justicia social”.
Las trabajadoras y los trabajadores “son forjadores de su propio destino. Este gobierno democrático, este gobierno que escucha y responde con efectividad, mi gobierno, será su aliado en ese esfuerzo”.
A propósito, dijo que el presidente Juan José Arévalo (1945-1951), cuando entregó el Código de Trabajo, “invitó al pueblo trabajador organizado a defenderlo”, y “hoy, refrendo el compromiso de mi padre con la vigencia de los principios de justicia social” que están incluidos en dicha norma histórica.