Guatemala, 10 de mayo de 2024.- El presidente Bernardo Arévalo resaltó hoy el papel del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur) en la planificación y ejecución de infraestructura y de programas sociales que se llevarán a cabo en los próximos años.
El mandatario encabezó la segunda reunión ordinaria del año del Conadur, celebrada en el Palacio Nacional de la Cultura, en la que participaron funcionarios del Organismo Ejecutivo y autoridades locales, incluidos numerosos alcaldes y alcaldesas.
Al abrir la sesión, se refirió “al papel fundamental” que tiene el Conadur “en este momento para el desarrollo del país”. Guatemala “está en una coyuntura en donde puede elegir entre seguir haciendo lo mismo y desde el punto de vista de desarrollo, continuar acumulando indicadores preocupantes”.
Pero la otra opción, afirmó, es “empezar a cambiar la forma como hacemos las cosas. Y efectivamente poner en el mejor uso posible los recursos de los que dispongamos para generar el desarrollo”.
Por ello, consideró que “se puede cambiar la forma como trabajamos e interactuamos para poder hacer que estos recursos, efectivamente, funcionen mejor, rindan más para los objetivos de desarrollo” que tiene el gobierno.
Recalcó que la primera decisión, “en este sentido”, fue “darle la espalda al régimen de corrupción que durante tanto tiempo ha consumido los recursos para el desarrollo” de Guatemala, “y que es responsable fundamental de que un país rico, con gente trabajadora, tenga indicadores de desarrollo que son sumamente preocupantes”.
Estimó sin embargo que “no basta con darle la espalda a la corrupción”, pues se requiere capacidad para hacer que los recursos de los que disponemos como sociedad y como gobierno “funcionen de la mejor manera posible” para el desarrollo.
Gobierno Departamental
En la segunda reunión ordinaria del Conadur, el presidente Arévalo anunció que se prepara “una aproximación al trabajo que parte de la lógica del desarrollo territorial”, que “hemos llamado el Gobierno Departamental” y que se espera “entre en práctica a partir de enero” próximo.
El sistema del Gobierno Departamental constará de “tres elementos fundamentales”, como son “un plan de desarrollo departamental, en donde, en primer lugar, la Secretaría General de Planificación Económica va a integrar las distintas visiones de desarrollo que existen en cada uno de los ministerios, ubicándolos dentro del desarrollo del territorio de un departamento específico”.
“El segundo elemento” tiene que ver con la creación de un “Gabinete Departamental” que no implica la contratación de funcionarios, pues se integrará con los delegados departamentales de las dependencias del Ejecutivo, y que será “responsable” de implementar el Plan Departamental de Desarrollo.
El tercer elemento será el de los Gobernadores, quienes fungirán como “coordinadores de la implementación” del Plan Departamental de Desarrollo y deberán darle seguimiento “trabajando junto con los Consejos de Desarrollo para lograr que esa visión de desarrollo departamental se vaya realizando”, explicó.
El presidente Arévalo dijo que se propone “esa visión de Gobierno Departamental” con el objetivo “de cambiar la forma como podemos gestionar el desarrollo en el país. Creemos que eso va a generar un proceso más incluyente y participativo”.
Se trata de “una propuesta estructural”. De manera que “podemos seguir haciendo lo mismo, como hemos venido haciéndolo los últimos 20 años, o podemos empezar a cambiar nuestro futuro y empezar a hacer las cosas de manera distinta, cambiando la forma como trabajamos entre nosotros”, recalcó.
Expuso que en la ampliación presupuestaria que gestiona el gobierno “estamos solicitando fondos extraordinarios” por hasta mil 700 millones de quetzales para los Consejos de Desarrollo, fondos adicionales destinados a construir obra pública.
En su oportunidad, la viceministra de Finanzas, Débora Alvarado, presentó la propuesta de los techos presupuestarios de inversión pública para el ejercicio fiscal 2025 por departamento. Precisó que para un total de dos mil 216 obras se tiene prevista una inversión de tres mil 390 millones de quetzales.