Guatemala, 18 de julio de 2024.- El presidente Bernardo Arévalo refrendó hoy el respaldo de su gobierno a la mujer indígena y se comprometió a atender las reivindicaciones de este sector de la población, que ha sufrido discriminación, racismo y violencia.
El mandatario encabezó el acto de la firma del Acuerdo Gubernativo para el Fortalecimiento de la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI), celebrado en el Palacio Nacional de la Cultura con la asistencia de numerosas dirigentes de comunidades indígenas.
En su intervención, el mandatario afirmó que la DEMI “debe estar al servicio de quienes la necesitan”.
En ese sentido, recalcó que “la garantía de los derechos de las mujeres indígenas no puede hacerse efectiva sin su participación directa y real”. En consecuencia, “era necesario devolverle esta institución a quienes han sido la motivación para su creación”.
Expuso que “en un contexto político tan complejo, en una sociedad con tantos desafíos, existe una necesidad urgente de que las voces que usualmente han sido silenciadas puedan escucharse, que quienes antes no se veían la cara puedan reunirse y conversar en persona, de forma franca y abierta”.
“Tengo la certeza de que escuchar esas voces antes silenciadas y poder reconocernos en el diálogo y conversar, es clave para encontrar las soluciones a los problemas que seguimos arrastrando de nuestra historia, pero que tenemos que resolver si queremos un futuro de verdad diferente”.
“En esas voces está nuestro futuro”, puntualizó el mandatario, quien estuvo acompañado en la actividad por la secretaria privada presidencial, Ana Glenda Tager, el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, y el titular de la Secretaría General de la Presidencia, Juan Gerardo Guerrero.
Diálogo permanente con mujeres indígenas
Ante lideresas de comunidades y organizaciones indígenas, el presidente Arévalo detalló que, en los últimos seis meses, instituciones del Ejecutivo mantuvieron “una conversación permanente con organizaciones de mujeres y organizaciones indígenas a través de una mesa técnica específica”.
En esta instancia, se identificaron “en conjunto, colectivamente, las mejores estrategias para atender demandas de una parte de la sociedad que había dejado de ser escuchada”.
“De ese diálogo ha surgido la reforma de la Defensoría de la Mujer Indígena que firmamos hoy, que inicia hoy y que de manera inconsciente pero no de manera casual, cierra un ciclo y nos permite abrir el día de mañana, 19 de julio, un nuevo ciclo”, subrayó.
Reiteró que se trató de “un ejercicio, como se ha dicho, de restitución, de recuperación de una visión, de recuperación de elementos que después de haber sido identificados y apropiados se habían ido perdiendo en el ejercicio del poder político”.
Dijo que el acuerdo gubernativo suscrito “constituye el cumplimiento de una solicitud de las mujeres y de las organizaciones de mujeres indígenas para que el Estado de Guatemala garantice su participación y su representación legítima a nivel nacional”.
Entre las reformas más importantes está el proceso de selección de la Defensora (titular de la institución), quien será designada de una terna propuesta por la Junta Coordinadora de la DEMI, en lugar de una elección directa y discrecional del presidente de la República.
Por lo tanto, “la Defensoría de la Mujer Indígena será dirigida por mujeres indígenas, seleccionadas por mujeres indígenas para trabajar en favor de las mujeres indígenas”, enfatizó.
Estamos construyendo una sociedad donde los derechos de todas y todos son respetados, dijo el presidente Arévalo, quien instó a continuar “juntos y juntas en este esfuerzo”, y “con diálogo, con un combate eficaz contra la discriminación y la violencia”.
El ministro de Gobernación afirmó que instituciones fortalecidas como la DEMI ayudarán al desarrollo de las mujeres de los pueblos indígenas, quienes sufren por “cumplir dos aspectos de vulnerabilidad: ser mujer y ser indígena”.
“Estamos acá por la restitución de un derecho”, la DEMI, con un fortalecimiento institucional que se impulsará para “recuperar el espíritu de este convenio” establecido en los Acuerdos de Paz de Guatemala (diciembre de 1996), dijo la dirigente indígena Sonia Sontay.